El dolor de perder un patrimonio artístico y cultural
Por Osmand Romero
Lic. en Historia.
Los inmuebles y monumentos históricos como artísticos son sin duda algunos símbolos de identidad de los habitantes de una comunidad. Aquellos que en la actualidad siguen rigiendo el sentido de la vida en los pueblos. Lugar donde se llevan a cabo rituales, fiestas y reuniones que unen a los habitantes, que conmemoran acontecimientos significativos. Sin ellos, la gente pierde ese espacio de convivencia, que es al mismo tiempo un lugar donde se establecen relaciones que permiten la adherencia de la sociedad en general.
Es importante mencionar que aparte de tener una función para la misma sociedad, son históricos y artísticos, esto quiere decir: que es una obra plenamente trascendental, ha llegado a ser al paso del tiempo una joya arquitectónica, escultural y pictórica
Al ser así, se convierte en un gran atractivo turístico; atrayendo a un gran número de visitantes que a su vez activan a la economía del lugar, esto obliga al cuidado de dichos inmuebles. Si se permite la destrucción de ellos se deja de tener un patrimonio que se puede ofrecer a sus visitantes y por lo tanto desaparece un patrimonio, que no solo afecta a la comunidad, también a la región y estado donde se ubica.
De acuerdo al calendario electoral 2020, en el estado de Hidalgo se debían realizar elecciones municipales, esto con el fin de renovar a los ayuntamientos que estaban por concluir su mandato en próximos meses, sin embargo, la pandemia de Covid-19 dificultó que se llevaran a cabo justo como se tenía planeado en el calendario, por lo que se tuvo que aplazar dicho evento democrático, postergándolo hasta el día 18 de octubre; no obstante los gobiernos municipales concluirían su periodo presidencial el 14 de septiembre, justo un mes antes de que se celebraran las elecciones, por lo que se tuvo que recurrir a la creación de Concejos Municipales, que cumplieron el papel de ser gobiernos interinos en cada uno de los 84 municipios, medida que en su momento cubrió un hueco legal.
En el municipio de Mineral del Monte dicho gobierno interino intentó realizar obras presuntamente en beneficio del pueblo, su slogan era más o menos así: “no importa que sea poco o mucho el tiempo que estemos, vamos a estar realizando acciones que mejoren la calidad de vida para los Realmontenses”. En efecto realizaron algunas pocas obras que les alcanzó a dar tiempo, así como el llegar a ser temas de conversación de diferente índole entre los habitantes de la población. Uno de los temas que causó escandalo fue el haber borrado por completo sin dejar ninguna huella un mural ubicado en la Biblioteca Municipal Luis Manuel Willars Andrade, la cual cubría y adornaba la fachada del inmueble.
El día 9 de septiembre del año 2009 fue un día muy especial para la cultura en Real del Monte, pues con esfuerzo y dedicación no solo de autoridades municipales, sino también con voluntad del pueblo se pudo gestionar para la creación de un mural que embellecería la fachada de la biblioteca, que por muchos años había quedado en segundo lugar de prioridad o incluso hasta el olvido. Dicho mural fue hecho a modo de proyecto final de semestre por profesores y alumnos de la UAEH (Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo) y apoyado por la CONAGUA. Esto realzó la importancia de la biblioteca ya que la dinámica del tema era la promoción de la lectura con un enfoque guiado hacia el cuidado del agua. El título de la obra llevó por nombre “Los escritores al cuidado del agua”. Los escritores retratados son Carlos Fuentes, Carlos Monsivais, José Revueltas, Juan José Arreola, Elena Poniatowsca. Dentro del mural se encontraban tres escritores oriundos del lugar, estos son Teodomiro Manzano Campero, Luis Jiménez Osorio y Luis Rublúo Islas. Este ultimo fue invitado de honor a la inauguración, en su discurso exaltó la importancia de la promoción cultural hacia el municipio, este mural debe de ser el principio de varias acciones que deben realizarse por el bien de Real del Monte.
Uno de los objetivos principales que se pretendía hacer con este mural era el impulsar otro atractivo del municipio, para que el turista mirara a otros lugares aparte del centro histórico, con esto se emplearía el lugareño y se generaría autoempleo, pero lamentablemente esto no fue así, ya que después de la inauguración ninguna administración se preocupó por hacerlo y no hubo ningún tipo de seguimiento en realizar obras parecidas, por lo que al no hacer algo así menos tendría alguna obra de mantenimiento dicho mural, al paso del tiempo este se fue descuidando y deteriorando al paso de 10 años, pasando a ser un atractivo cultural a un inmueble decorado, un lugar de poca importancia hasta una pintura que poco embellece la calle y sus alrededores. Este último tipo de mentalidad reflejaba dicho Concejo, sin saber ni reflexionar sobre la importancia que ha tenido y menos que sepan que esta podía restaurarse y embellecer aún más, sin que fuera necesaria su destrucción aquel mural que ahora duele su ausencia, parece que el Covid se lo llevó también, pero no fue así, fue la falta de información y asesoramiento sobre la situación en específico sin buscar a un especialista que sepa del tema a tratar, por lo que se tomó esa decisión sin ver más allá, ignorando las consecuencias que este tendría
El día 5 de noviembre de 2020 debe ser recordado como la muerte de un símbolo cultural del municipio, pues el H. Ayuntamiento tomó manos a la obra para borrar para siempre aquel mural sin dejar ninguna huella de la gloria que tuvo y representó. Las autoridades de ese momento refrendaban la acción como “un trabajo en conjunto que beneficia al pueblo”, Hoy en día el pueblo sigue con la misma biblioteca, pero sin algo que lo distinga entre las casas, calles y callejones que lo rodean, confundiendo al inmueble como una casa cualquiera de provincia y sin tener algún tipo de atractivo que llame la atención no solo del lugareño, también para el visitante.
Como una lección de vida para las autoridades es que deben aprender a valorar y respetar el patrimonio tanto cultural como histórico, no importando si es mucho o poco el tiempo que les toque servir a su municipio, deben estar conscientes de ello para no realizar acciones que inflijan daños irreparables y lamentables, que solo quedan en el recuerdo de pocos y en el olvido de muchos.