MAS QUE FEMINISMO MAL ENTENDIDO, FEMENINA E IGUALDAD DE DERECHOS DE GENERO.

General Opinión

MAS QUE FEMINISMO MAL ENTENDIDO, FEMENINA E IGUALDAD DE DERECHOS DE GENERO.

MAS QUE FEMINISMO MAL ENTENDIDO, FEMENINA EN IGUALDAD DE DERECHOS DE GENERO.

 

 

 

POR: AMALIA MARTINEZ AUSTRIA

JACALA MULTIMEDIOS.       

 

 

Voz en cualquier espacio, acción desde distintos entornos, núcleo de la familia. Sobresaliente en distintos medios, la mujer se destaca por ser luchadora y muy lejos del feminismo mal entendido, femenina  en igualdad de derechos de género.

De la Mujer, en realidad hay mucho que decir. Es la historia de valentía y el deseo de superación de muchas mujeres  que han permitido lograr lo que hoy se ha construido como sociedad.

Un 8 de marzo de 1857, un grupo de obreras textiles tomo la decisión de salir a las calles de Nueva York a protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban. Distintos movimientos se sucedieron a partir de esa fecha. El 5 de marzo de 1908, Nueva York fue escenario de nuevo de una huelga polémica para aquellos tiempos. Un grupo de mujeres reclamaban la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a 10 horas  un tiempo para poder amamantar a sus hijos. Durante esa huelga, perecieron más de un centenar de mujeres quemadas en una fábrica de  Sirtwoot Cotton, en un incendio que se atribuyó al dueño de la fábrica como respuesta a la huelga. En México,  El derecho al voto el 17 de octubre de 1953, fue producto de la lucha de mujeres valientes y decididas.

Mujeres valiosas infinidad, esas que más allá de puestos públicos o políticos, se la juegan día a día por el bienestar de su familia, las que saben del costo que implica crecer a los hijos, y lo hacen con voluntad, desprendimiento y cariño,  las que caminan con inteligencia a la par del hombre y no hacen una guerra de sexos.
Ejemplos extraordinarios, en especial  aquellas mujeres, que luchan por su vida, que viven en comprensión con su realidad y luchan y  se convierten en fuente de inspiración. La que nos permiten ver con sus acciones la posibilidad de comprender lo que de verdad es importante, lo que vale. Que nos dan con su sola presencia el entendimiento para crecer en todos los sentidos y sentir que es permutable hasta la situación más difícil y se empoderan en una actitud de suma inteligencia preparándose, formando parte, trabajando  en cada espacio construyendo un mejor entorno.

Hoy a la par,  en igualdad con el hombre, reconociendo de inicio lo que somos, sin feminismos, sin posiciones de desencuentro.

Las mujeres mexicanas encarnamos el encuentro de dos civilizaciones. La indígena de extraordinaria cultura y la española.

Figura emblemática, su presencia en el movimiento de la independencia, en la construcción de la nación, en la revolución mexicana en 1910 y en cada momento de crisis en la historia hasta nuestros días, ha sido fundamental para lograr el país actual del cual hoy gozamos.

Muchos aspectos han cambiado desde la época de los años 50 en donde por ejemplo, el promedio de fertilidad ha cambiado de un rango de siete hijos en promedio en esa tiempo a dos o tres en la actualidad.  Otro ejemplo es el reconocimiento oficial al derecho de las mujeres a elegir a sus gobernantes con el derecho al voto en 1955  y a ser electas. Pero este reconocimiento no fue un obsequio, ni una concesión, sino el resultado de movimientos universales y locales a favor de la equidad de género.

Equidad, que en la actualidad aún tiene sus grandes ausencias, hoy día, se ponen aun de manifiesto muchos aspectos en los cuales las mujeres deben muchos aspectos por lograr.

Para vivir en un mundo más equilibrado, la educación, la participación activa en todos los niveles de gobierno, el amplio reconocimiento de sus capacidades es decisiva para un futuro más prometedor y es clave para conseguir sociedades, economías y países más prósperos.

La sociedad en conjunto, debe asumir sus propias responsabilidades en pro de cambios duraderos y mejores. Algunos estudios nacionales de violencia contra la mujer, por ejemplo, muestran que hasta un setenta por ciento de estas, sufren violencia física o sexual a lo largo de su vida a manos de su pareja e incluso se estima que prácticamente la mitad de los casos de mujeres asesinadas, el autor de la agresión proviene de un familiar o compañero sentimental.

En cuanto al aspecto laboral, existe una gran brecha salarial. Las mujeres mexicanas registran una menor participación en el mercado laboral que los hombres, el salario que reciben, es menor que el obtenido por los hombres por actividades similares. Esta brecha es de entre seis y ocho por ciento en áreas urbanas. Las mujeres no solo enfrentan inequidad en el ámbito público, también las viven en el hogar que sus contrapartes hombres. Son ellas quienes dedican aproximadamente trescientos setenta  y tres minutos cada día a diversas actividades del hogar, más de tres veces que los destinados por los hombres.

Estas brechas y la falta de equidad entre ambos sexos necesitan ser evitada, hoy en día y gracias a la participación de mujeres valientes y valiosas, ha ido mejorando. Al menos, se han implementado medidas legislativas para favorecer el acceso y la participación de las mujeres en la vida política del país. Ahora la ley electoral por equidad y paridad de género, impone una cuota de representatividad lo cual, sin duda, permitirá en la visión de estas mujeres, ir cambiando aspectos con la implementación de más leyes, en favor de todos.

 

Es importante destacar, que hay aspectos que jamás se deben de perder de vista, la mujer debe lograr encontrar su lugar sin llegar al feminismo mal entendido, con su actuación, empoderarse con inteligencia y permitirse ella misma reconocer sus capacidades.  Como lo estipula el artículo cuarto de la constitución mexicana “El hombre y la mujer son iguales ante la ley” Estipulación que en esencia no debería haberse considerado por ser un aspecto natural, pero que al no llevarse a efecto, tuvo que ser legalizado en su favor.

Hombres, mujeres, son iguales, con las mismas capacidades, con los mismos sueños, pero también debe ser con las mismas oportunidades. La presencia de cada mujer en el ámbito mundial, desde cualquier rincón, el más o humilde o más grande, sin duda ha sido constatada a lo largo de la historia, algunas veces de forma callada, otras en los más grandes escenarios. Cada mujer debe tener la constancia, la determinación, el buen juicio de procurarse educación, fomentar nuevas fórmulas para vivir bien y en armonía con su entorno, trabajar en cada uno de los aspectos que puedan ayudarla a mejorar y reconocerse como emprendedoras y valiosas. Jamás podrá encontrar la equidad de género quien no esté consciente de que solo podrá obtenerlo reconociendo su lugar en el mundo actual. Hoy existen muchos programas gubernamentales de apoyo para ellas, pero desafortunadamente esto  muchas veces las llevan al conformismo y al confort.  Si la mujer quiere empoderarse y tomar su lugar, es necesario se formule cambios en su manera de observar todos los logros obtenidos por luchadoras incansables y ser una de ellas.

Hoy, cada día es una responsabilidad. Es claro, se está gestando un movimiento nacional impulsado por mujeres que quieren que sus circunstancias mejoren. Hartas de la violencia de género y para las más, hartazgo de  la violencia en general, se pronuncian para hacer notar su presencia, su importancia en el diario laboral. Para influir con el peso de un ideal justo ante autoridades  y leyes que no están a la altura de estos nuevos tiempos.

Como podemos leerlo,  deberemos estar atentos, vendrán más acciones que empoderen la presencia de la mujer, con la participación de mucha gente pensante, con poder de palabra para definir nuevos caminos en pro de lo justo y correcto. Con la participación de mujeres que abonan en el diario acontecer y desde distintos entornos.

Es tiempo, tiempo de que se les escuche, que se les observe. Tiempo para que se les haga justicia pues la historia aún tiene muchas páginas por escribir.

La mujer actual tiene un compromiso y la posibilidad de un derecho ganado por otras para manifestarse. Pero también, tiene una gran responsabilidad por definirse de una manera distinta y mejor.  Por obligación, cada mujer sin incurrir en los excesos, debe comprender que es una lucha en la que el hombre debe incluirse. Los tiempos no dan más, para seguir dividiendo y estigmatizando a todos por igual. Es una lucha de todos, y desde casa, donde se forjan los valores y los buenos ejemplos, como el respeto y el educar con la conciencia de igualdad.  Debemos decirlo, en cada hogar, y principalmente en las mujeres recae la oportunidad de crecer a las nuevas generaciones de manera distinta. De manera más educada y consciente  a los nuevos tiempos.

México está en una etapa en la cual, se puede lograr reformar, sin llegar a la violencia al  encono, a  la división. No nos podemos dar el permiso a que esto suceda.  México es más que eso, somos personas pensantes, hartos de una situación que hemos permitido, pero a la cual ya no estamos dispuestos.

Cualquier forma de expresión es respetable. Pero no cabe más, que al manifestarnos, lo hagamos de la manera violenta. Violencia que está lacerando a toda la sociedad.

Hay que hacerse escuchar, no hoy, o mañana, sino siempre.  La mejor manera es construyendo, asumiendo que es posible, si queremos impulsar acciones que sumen.

Toda manifestación, es en realidad  un gran grito, una enorme llamada de atención para quienes ostentan el poder de cambiar las cosas.  Si su distracción no les permite ver, al tiempo, a la macha del reloj, tendrán obligadamente de buscar las soluciones que hasta hoy no han encontrado y que con pena decimos, quizás no han tenido la capacidad de resolución que el México actual requiere.

 

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