El uso del cubre bocas es una herramienta que impide que los patógenos externos lleguen a ti y también si eres portador no los andes regando por allí. Pero más importante que ésto, es usar su significado que el mundo y la conciencia nos invitan a usarlo ya. Al impedir que aquellos pensamientos e intensiones patógenos ajenos no solo a tu cuerpo físico sino tu mente. Deberíamos de cubrirnos no solo con un cubre bocas, para impedir esto sino el nosotros agredir o lastimar con tus palabras a los que contigo están, así como unos tapones para los oidos para evitar las conversaciones e información negativa que te envenena, deberíamos de encontrar y usar unos anteojos que nos permitan identificar si lo que vemos es mentira o es verdad, para evitar estar viendo aquello que no nos interesa por pertenecer a la vida privada de los demás, en poder enfocar tus esfuerzos en tus necesidades y deseos.

Así mismo el uso de gel antibacterial para evitar no solo tocar lugares con posibles gérmenes y virus sino usar guantes para evitar el contacto con todo aquello que corrompe tu alma y que pensando que lavándote las manos quedaras libre de pecado o culpa por tus acciones en contra de la humanidad. El prevenir el contagio con un virus letal no se está cumpliendo con el uso físico de esas medidas preventivas, son buenas esas intensiones pero lo que realmente nos está matando, es la falta de conciencia al permitir que alguien más gobierne sobre tu mente y tu corazón. Si éstas medidas además las usáramos para no externar palabras que ofendan y denigran a otras personas, en verdad te digo que ese cubrebocas cubriría mejor su función. Para qué limpiar tus zapatos antes de entrar a tu hogar u otro lugar, si cada vez que estas fuera de él no pierdes la oportunidad de pisar a los demás.

La pandemia que estamos viviendo no es por culpa de un virus de reciente creación. Pero efectivamente como toda pandemia que ha surgido en esta humanidad se debe a la falta de higiene y previsión.

Te invito a mantener limpio tu cuerpo, tu mente y tu corazón, cuidando de tus pensamientos, de tus palabras, de tus acciones y tus omisiones. Eleva el uso de esa medidas para que sean más efectivas en todo tu ser, así no solamente evitarás contagiarte y contagiar a los demás, sino que ese miedo que tienes a la muerte desaparecerá al darte cuenta que ni siquiera vivo estas. Pues quien se encuentra vivo no morirá jamás.

Con mis mejores deseos de paz profunda.

Constantino Jiménez