Inicia un proceso electoral atípico

General Opinión

Inicia un proceso electoral atípico

 

Inicia un proceso electoral atípico

 

 

 POR: ALELI MAYORGA

LIC. EN CIENCIAS POLITICAS.

Un proceso electoral atípico Estamos a poco más de un mes de que se lleven a cabo elecciones en el estado de Hidalgo, donde se renovarán 84 ayuntamientos; las campañas darán inicio el 5 de septiembre y concluirán el 14 de octubre de este año, dando paso a una elección atípica, producto de la emergencia sanitaria que vive el país. Uno de los principales retos que tiene tanto el Instituto Electoral Estatal, como los propios partidos políticos es vencer el “abstencionismo”, que oscila entre el 60 y 65 por ciento, lo cual es un número muy elevado, es decir, menos de la mitad de las personas en la entidad están votando, y si a ello le sumamos la pandemia producto del Covid-19, el pensar en salir a emitir el sufragio será más evidente. Es por ello que los jugadores y el árbitro de la elección deberán implementar campañas sólidas que permitan no sólo convencer al electorado de votar por su candidato preferido, también por salir de sus casas a llevar a cabo uno de sus principales derechos, tal y como lo determina todo modelo democrático. Sumado a ello, estamos ante una elección donde los partidos políticos no serán el único aliciente para ser beneficiados con el voto, nos encontramos ante un escenario donde los candidatos y su perfil será la principal herramienta para salir victoriosos. Generar esa empatía con el electorado, es una de las principales cartas a las que deben apostar los partidos políticos si es que quieren salir victoriosos; el candidato debe generar esa confianza y arraigo necesario para ser aceptado y olvidarse de que una despensa o dádiva ya no es una herramienta que garantice la compra del sufragio. A ello debemos adicionarle el papel fundamental que jugarán las redes sociales, donde un candidato puede tener la suerte de posicionarse con tan poco, o en su caso, derrumbarse y perder credibilidad en tan solo unos segundos. Si viene es cierto que el Partido Revolucionario Institucional, el cual ha gobernado y gobierna en Hidalgo, muestra una buena aceptación en la entidad, debido al gran trabajo de Omar Fayad, quien ha sido un líder mediático, que no se mete en conflictos y que se ha encargado de resolver los problemas en el estado, un claro ejemplo fue su pronta actuación ante la emergencia sanitaria, la cual salvó miles de vidas y contagios. El PRI tiene que ofrecer una campaña diferente, más cercana a la gente, olvidándose de la típica despensa y centrarse en una verdadera plataforma de gobierno para cada uno de los ayuntamientos en los cuales contenderá. Se debe dejar de lado aquellas candidaturas regaladas, donde no se cumple y cubre el perfil para representar a las y los vecinos de los municipios; repetir este patrón, simplemente los conducirá al fracaso electoral. Ya es momento de que el PRI, el PAN y el PRD se levanten de aquella masacre electoral de hace dos años, donde quedaron vivos de milagro, ante el apabullante triunfo electoral de Morena en la mayoría de las entidades del país. Y no quiere decir que estemos pensando o promoviendo una alianza electoral entre la oposición, más bien se trata de llevar a la reflexión a los miles de simpatizantes de estos partidos para que se pongan las pilas y tomen las riendas de sus partidos, y que tengan la capacidad de presentar un proyecto de trabajo que realmente sea aplicable y pueda llevar al desarrollo de sus comunidades. En el caso del PRI, este partido tiene todas las herramientas necesarias para llevarse el mayor número de ayuntamientos en la próxima contienda electoral, pero el tema radica en sus propuestas, en que exista un trabajo de profesionistas y no de gente improvisada a la cual se le tiene que dar oportunidad para pagar cuotas políticas. Si el PRI pretende ganar, debe rodearse de gente capacitada, de un equipo multidisciplinario que pueda cimentar y conformar una plataforma política sostenible, sustentable y aplicable, la cual no solo se vuelva un asunto electoral, más bien que se convierta en una nueva manera de gobernar, tal y como Hidalgo lo necesita

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