Hasta volverlo a ver maestro

General Historia y Leyendas

Hasta volverlo a ver maestro

Hasta volverlo a ver maestro

Por: Osmand Romero

Lic. en Historia.

 

Siempre es bueno recordar los buenos momentos con las personas que apreciaste, recordar es volver a vivir y vivir con aquellos seres queridos que se convirtieron en parte de tu familia, compartir lo que vives hará que tu ser querido viva en muchas personas, así que compartiré algunas vivencias.

Maestro Luis, señor, le pregunto a usted desde el paraíso ¿se acuerda usted de lo que viene a mi memoria?, espero con el corazón que sea un si, porque vienen desde lo más profundo de mi alma lo que le diré a usted y quien guste saber.

¿Recuerda usted aquel 2009 cuando presentó la reimpresión de su libro Historia de la Revolución Mexicana en el Estado de Hidalgo?, esto junto a su amigo el Licenciado Juan Manuel Menes Llaguno quien fue su moderador, esto con motivo del Centenario de la Revolución Mexicana. ¿Y de aquella posada que usted y Doña Judith organizaron en su casa en ese mismo año? Si, fue muy divertida, usted invitó a sus vecinos, seres queridos y entrañables amigos, gracias por incluirme en su lista de invitados. Usted tocó la armónica, un gusto y talento que tuvo desde niño y la clásica piñata que no debía de faltar.

¿También de la fundación de la Academia Hidalguense de la Historia su primera conferencia en la Academia Hidalguense de la Historia en el 2010? ¡Si aquella vez que usted presentó Real del Monte en los Títulos de Castilla!, justamente en el teatro Bartolomé de Medina, aquel día fue muy emocionante y significativo para usted, sus compañeros y su familia, obviamente para mí también.

¿O aquella vez en 2011 donde las fiestas patrias se extendieron todo el año?, cuando usted y yo después de salir de una de las sesiones de la academia vimos una proyección de alegoría sobre la independencia en la fachada del teatro Bartolomé de Medina. ¿Recuerda usted lo iluminado e inmenso que se veía aquel lugar esa noche?

¿Y qué me dice de aquella vez cuando vino de visita a Pachuca un historiador británico que usted admiraba, David Brading en el 2013? Ese día fue la única vez que lo vi sentado en el público, la verdad no recuerdo haberlo visto alguna otra vez, sin tener algún tipo de participación. Así también demostró su compromiso como presidente de la Academia Hidalguense de la Historia, ya que en cuanto acabó el evento se dirigió lo más rápido que pudo a la sesión que se estaba dando en ese momento el Doctor Antonio Lorenzo Monterrubio, que se encontraba solo en el escenario, pero usted llegó de la nada para acompañarlo, parece que el Doctor se sintió más tranquilo cuando percibió que usted estaba a su izquierda.

¿Y de las múltiples veces que usted participo en Casa de Cultura de su amado Real del Monte? Como cuando prologó y presentó en aquel 2014 la novela histórica de su alumna Keila Ochoa Harrys obra que lleva por título “Peregrina”. Oh en una ocasión donde nos eligieron de jueces de un concurso de cuentos que se llevó a cabo en 2015, recuerdo que no nos poníamos de acuerdo en asignar el primer lugar.  Aquel 2018 que fue muy activo en presentar libros como el de Franz Trejo que lleva por título «El eterno centinela del extraño cementerio y otras biografías desconcertantes” y de su sobrino León Felipe cuando presentó “Tres juguetes navideños”, muy significativa aquella navidad para usted, estoy seguro y el sinnúmero de veces que usted presentó sus libros que abordaban temáticas muy realmontenses, tal como usted decía.

Por ultimo para recordar su última participación en la academia, este fue en el 2019 un 3 de abril el título de su ponencia fue “El escritor Felipe Ángeles en su centenario luctuoso” recuerdo la sorpresa y asombro de este tema  que nos dio a todos los que estuvimos presentes, sin duda alguna usted nunca perdió ese toque de genialidad, fluidez y originalidad en el tema.  Y de la última vez que nos vimos ese año aquel día 3 de julio, donde el Profesor Manuel Arellano Zabaleta presentó el tema Perfil del gobernador Juan C. Doria, con quien después compartimos la mesa para cenar. Ya después en la sobremesa usted comenzaba a hablar sobre su siguiente tema si no me falla la memoria iba ser “Avelino Pilongano y su poesía a Pachuca”. Entrañable personaje del a familia Burrón, distinguido por pretender ser poeta, y que en una de sus inspiraciones, en una viñeta le dedica unas flores a Pachuca estando justo en el reloj. Todo esto obra e ingenio del hidalguense Gabriel Vargas.

Luis Rublúo en su casa de Real del Monte ALM

Recuerdo que se veía emocionado y motivado en el futuro cercano por dos razones: La primera es por preparar su conferencia para la Academia ya que esta sería el décimo ciclo; la segunda porque al fin saldría su tan anhelado libro Real del Monte Virreinal, su sueño al fin después de tantos años se vería materializado. Recuerdo que de manera graciosa decía que no vendría tan seguido a Real del Monte porque estaría trabajando en la Ciudad de México sobre Real del Monte.

Debido a la pandemia y a sus problemas de salud ya no pudo ver aquel ciclo de conferencias que esperaba impacientemente y su primer meta lamentablemente no vio la luz, pero gracias al Dios su libro de Real del Monte si se publicó y usted lo presento a pesar de la emergencia sanitaria

 

Miembros del CEHINAC

La última vez que lo vi fue el día 12 de octubre de 2022, ese día fue muy especial para usted y sus amigos que forman el CEHINAC, ya que se cumplió medio siglo de su fundación, su tarea principal ha sido el escribir y difundir la historia del Estado de Hidalgo, tarea que usted maestro Luis Rublúo y los demás miembros han cumplido cabalmente  en cada, conferencia, congreso, libro, articulo y ensayo escrito. A pesar de su estado de salud usted se veía sonriente y muy feliz, ya que como se mencionó anteriormente aquella tan apreciada institución para el cumplió cincuenta años.

Yo me acerqué a su silla y me arrodillé para saludarlo y como siempre usted me hacia una muy ocurrente broma que siempre hacia reír. Posteriormente de esto como era nuestra costumbre de mi maleta saqué un libro para preguntarle si lo conocía, que en aquella última ocasión fue la novela de David Martin del Campo, titulada Cielito lindo que trata sobre la aviación de México en los años cuarenta en plena segunda guerra mundial con el escuadrón 201, que por cierto tiene un toque especial realmontense, ya que uno de los protagonistas en Juan Aldasoro, hábil aviador nacido precisamente en su amado y viejo mineral. Termina la reunión y me despido de usted haciéndonos la promesa de volver a vernos pronto en Real del Monte, en su casa, disfrutando de unas buenas tertulias literarias y de planes a futuro. De pronto él se alejade  con ayuda de la gente que lo acompañaba, yo me quedé  hasta perderlo de vista, de pronto decido despedirme de las demás personas que estaban en el evento, pero justo en ese momento veo un coche detenerse y en eso una mano se acerca al asiento del chofer y da señas de despedirse; Quien iba a pensar que esa sería la última vez que lo viera en este mundo terrenal.

Posteriormente el día 17 del mismo mes nuestro señor Jesucristo decidiera llevarlo a su reino, reuniéndolo con gente la maravillosa gente que le toco coincidir, convivir, reír, amar y querer como fueron su padre, su madre, su hermano Abraham y por supuesto su amada esposa Olga Judith Chávez de los Ríos a quien siempre le dedicó alabanzas a Dios Padre por tan bella bendición porque en su propia voz decía: “Ella es mi mitad, fuimos hechos el uno para el otro.”

Cierro este ensayo recordándolo como  cuando me despedía de usted en su casa cuando ya era muy tarde , yo salía de la sala rumbo al patio para poder ver la luna, las estrellas y el cerro del judío justo enfrente, bajaba los escalones  para pasar aquel pasillo y usted me abre la puerta, atravieso la puerta para estar en la calle, doy unos pasos  y es ese momento lo veo y me detengo para decirle  a lo lejos con estas últimas palabras que fue una persona muy importante para mí, dios me bendijo en conocerlo aquella tarde en la biblioteca de Real del Monte del pueblo que tanto amó, tan suyo, tierra minera que estoy seguro que siempre sintió orgullo por  uno de sus más amados hijos que fue usted, que demostró siempre el valor histórico y cultural que siempre ha tenido  en nuestra nación.

Tiene mi gratitud eterna por todas sus enseñanzas, muestras de cariño y aprecio, sus palabras sabias me han servido mucho en momentos difíciles, que hasta el día de hoy y en un futuro cercano estoy seguro de que siempre me servirán. Su estancia en la tierra fue corta en la medida del tiempo y de las eras, pero su esencia se queda no solo en los que lo conocimos, sino también en cada libro, articulo y ensayo que se escribió con la fuerza de su puño y letra, así como también con su genio, ingenio, inteligencia, paciencia y destreza en cada párrafo, que se queda de manera eterna en esta tierra.

Quiero que sepa que ningún obstáculo fue capaz de detener su imparable marcha en esta vida; Que su enfermedad fue pequeña porque más grande fue usted. Así también quiero que sepa que su nombre se perpetuará en mi descendencia. Lo extrañaré infinitamente maestro, lo tendré presente siempre en mi vida personal y profesional, honrare sus enseñanzas a través de mis escritos y forma de ver la vida. Esperaré pacientemente ese día que nos reunamos nuevamente, hasta volverlo a ver maestro.

Gracias y hasta pronto

 

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