El comienzo del Rubluoismo Parte 1

General Historia y Leyendas

El comienzo del Rubluoismo Parte 1

El comienzo del Rubluoismo Parte 1

Por:  Osmand Romero

Lic. en Historia

La última pregunta que le hice a través de este largo cuestionario fue la siguiente:

¿Qué libros y autores son sus favoritos, o algunos libros que gusté recomendar? No importa que sean dos o tres, a lo que respondió de forma cortés y erudita como solía hacerlo, él me dijo lo siguiente:

-Son muchos los libros que yo te puedo recomendar Osmand, ya que una de las obligaciones de un historiador es siempre nutrirse de buenos libros en nuestro caso de historia universal, historia nacional y local, historia del arte, folclor, las distintas corrientes de pensamiento y artículos. Así como el asistir a los archivos y exposiciones de arte, esto con el fin para que así se tenga un breviario cultural amplio y se pueda no solo hablar, sino que escribir sobre una variedad de temas referentes a la tarea de reproducir historia. Ahora les comentare algunos de los libros que el siempre por años mencionó que debía de leer, con temática y época en específico. Así que comenzamos.

El comentaba constantemente que en efecto es necesario saber de bibliografía del lugar de donde naces, que en nuestro caso es Real del Monte, pero también es nuestra obligación conocer de autores y sus libros, tanto nacionales como extranjeros, ya que así ampliamos nuestros horizontes bibliográficos y literarios, también es la representación de una época y pensamiento, que se escribió ante una situación, forma parte del universo de las letras, así como también aumentará la creatividad para desarrollar un determinado tema.

En letras mexicanas antiguas tenemos a Fray Bernardino de Sahagún, que es el pionero de la

antropología en México, obra que me llevó a escribir un libro sobre dichos y refranes. Para comprender la conquista de los españoles en Tenochtitlan se debe de leer a Bernal

Diaz del Castillo ya que él desde sus propias palabras es “El Príncipe de los Cronistas”.

En cuanto a la época virreinal se debe de leer aquellas descripciones de la Ciudad de México, ya que se habla tanto de la belleza de las calles, edificios, plazas, paseos, estatuas, episodios, curiosidades, personajes, arte, leyendas y un sinnúmero de lugares que ya no existen hoy en día, como es la obra de Bernardo de Balbuena, aquel poeta español que narra las primeras vistas de entrañable ciudad con su obra La Grandeza Mexicana; Carlos de Sigüenza y Góngora, quien escribe historia en sus Relaciones y a la vez relatos novelescos como “Los Infortunios de Alonso Ramírez”; Sor Juana Inés de la Cruz  con su inmensurable poesía, de la cual  Luis Rublúo era ferviente admirador de la Décima Musa dedicándole artículos y relatos novelescos como “Los Infortunios de Alonso Ramírez”; Sor Juana Inés de la Cruz  con su inmensurable poesía, de la cual  Luis Rublúo era ferviente admirador de la Décima Musa dedicándole artículos y libro; Fernández de Lizardi quien escribe La muy conocida obra El “Periquillo Sarmiento” de la cual rescata viejas costumbres Novohispanas de las cuales en su época se venían extinguiendo conforme iba avanzando la independencia y sus primeros años del México libre.

En la etapa de independencia menciona la importancia de leer a cuatro hombres que son vitales para adentrarse y entender esta etapa de nuestra historia, considerados por el cómo cuatro apóstoles que narran las fervientes luchas de esa etapa, estos son: Carlos María de Bustamante con su Cuadro Histórico de la Revolución Mexicana; Lorenzo de Zavala con su Ensayo Histórico de Las Revoluciones de México; Lucas Alamán con su Historia de Mejico desde los primeros movimientos y José María Luis Mora con su México y sus Revoluciones. Incluye también a Fray Servando Teresa de Mier con su Historia de la Revolución de Nueva España, que es también una obra magnifica a pesar de que el no estuvo en los primeros años de lucha de la independencia, fue capaz de recopilar la información más verídica posible que pudiera encontrar ya sea en diversos testimonios o publicaciones que iban saliendo.  Esto sin duda alguna lo convierte en un auténtico historiador para su época.

Escritores del siglo XIX fueron una gran cantidad que el mencionaba principalmente porque en ellos encontró una gran inspiración en los temas históricos que el abordó, ya que en cada subtema que leía en algún libro ya clásico para la historiografía, el profundizaba más y

más para construir y transformarlo en un tema enriquecido para debatir y cambiar opinión.

Parecía que Luis Rublúo estaba en tres fases al mismo tiempo y este podría definirse como la inspiración y búsqueda de algún tema, el otro estado era el desarrollo del tema del artículo, libro o reseña de lo que se tratara y en ese momento estaba por presentar un nuevo libro, ambos estados hablando y desarrollando temas completamente diferentes.

Guillermo Prieto es sin duda alguna el precursor de los escritores del  México independiente, comenzando con Memorias de mis tiempos ya que el inspira y forma mediante sus escritos a un gran número de escritores y poetas de aquel siglo. El Marqués de Real del Monte adopta y hace suyos algunos temas del ya mencionado, ya que se preocupa por buscar  a los citados proto-hidalguenses Ignacio Rodríguez Galván y Vicente García Torres, este último fue tratado en uno de sus libros que lleva su nombre. De las pocas palabras que Rublúo toma prestada directamente de Prieto es sin duda alguna “Bosque abuelo” Palabras que asocia al bosque del Hiloche en el que paseaba y jugaba en su infancia, así como Guillermo Prieto lo decía para referirse a Chapultepec.

Justo Sierra con La Evolución Política del Pueblo Mexicano como dice su nombre es fundamental para comprender y entender la historia de la política en nuestro país, ya que trata de explicar los procesos de este, que hasta nuestros días se discuten.

Vicente Riva Palacio con su obra más recordada Martin Garatuza, que se centra en el siglo XVII en pleno virreinato, novela de que se narra las vivencias del personaje que lleva ese nombre, con personajes interesantes que construyen una trama que inicia desde los primeros años después de la conquista.

Ángel de Campo, también conocido como “Micros” recordado por el realismo que plasman sus novelas, como Cartones o cosas vistas y La Rumba.

Ignacio Manuel Altamirano, es un hombre insigne para leer y comprender los problemas sociales del país, como el militarismo, educación desigualdad social y la iglesia. Las obras principales son Navidad en las montañas y El Zarco. Así como poetas como el caso de Ignacio Rodríguez Galván, Manuel Acuña, Ignacio Ramírez, Manuel Carpio, etc.

Los escritores del siglo XX son los que le toco en algunos casos conocer y leer sus recientes publicaciones en cuanto estas salían, lo que le permitió expresar ideas e inquietudes sobre lo recientemente leído en las revistas que estaban en circulación en aquel entonces, revistas que permitían dar un espacio al escritor, que desgraciadamente no están en circulación actualmente, de estos todavía se encuentran la actualmente, de estos todavía se encuentran la

la publicaciones en archivos que hoy en día podemos consultar para hacer un análisis pleno y conciso. Para comenzar a hablar sobre autores que el conoció podemos hablar Salvador Novo, escritor prodigio que contribuyó

enormemente en la adaptación y creación de grandes obras al teatro como Quijote de la Mancha, obra de teatro que Luis Rublúo observó, se divirtió e inspiró a ser escritor. Así también como el poder ser, citado en su libro Cronistas de la Ciudad de México de 1974.

Artemio de Valle Arizpe es sin duda uno de los escritores favoritos de Rublúo, esto es por la dedicación que el le da a tan insigne escritor, escribiendo un libro dedicado a el no solo en el de Cronistas de la Ciudad de México, también uno exclusivo que lleva por nombre Valle Arizpe y El Arte de la Historia. De el se puede citar La Güera Rodríguez y El Canillitas como principio para comenzar a leer de su basta bibliografía.

Carlos J. Sierra se le conoce por un libro muy particular e interesante, ya que se encuentra su Historia de la Navegación en la Ciudad de México. Ya que no debemos olvidar que todo comenzó a establecerse en un islote rodeado de una gran laguna, que al paso de los años cimentar y poblar esta gran ciudad.

Julio Jiménez Rueda con su libro Letras Mexicanas del siglo XIX, que, con su gran visión panorámica literaria mexicana, recrea y explica  los procesos históricos y literarios de México. Así como también Carlos González Peña con Historia de la Literatura Mexicana que abarca desde tiempos antiguos hasta nuestros días y también Raymundo Lazo con Historia de la Literatura Hispanoamericana.

Recordamos al inigualable Alfonso Reyes por su prodiga cosecha literaria que lo pusieron como un merecedor de un nobel, y como sustento de esto está Visión de Anáhuac, México en una nuez, Memorias de cocina y bodega, etc.

En cuanto a historiadores del arte siempre tuvo muy presente a Manuel Toussaint con el Arte Colonial de México; Justino Fernández con Estética del Arte Mexicano; Francisco de la Maza con La Ciudad de México en el siglo XVII.

Para acercarse más al trabajo y ejemplo de un Cronista el citaba a Luis González Obregón con su México Viejo, donde recolecta leyendas, noticias históricas, personajes populares, tradiciones y leyendas, estas reforzadas con un arduo trabajo de sumergirse en lo más profundo de los archivos.

Retomando el tema de nobel literario en México tenemos uno, este es otorgado a Octavio Paz en 1990 con su libro “Laberinto de la Soledad”  relatando y describiendo la identidad mexicana, esto quiere decir que captura la esencia del mexicano. O incluso leer los extranjeros como ejemplo a Yasunari Kawabata con su nobel La casa de las bellas durmientes de 1961, por nombrar un  ejemplo.

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