Moyers y su esencia revolucionaria
Por Osmand Romero
Lic. en Historia
Se recuerda al año de 1910 como una rebelión que no solo llevó consigo un levantamiento armado por obtener el poder, sino que también este es por llevar consigo una serie de ideas que se expresaron a través de diferentes manifestaciones posibles creadas por el hombre. Expresando no solo ideas, también los sentimientos que estos son escritos no solo en la pluma del escritor que en aquel entonces no llegaba a la población en general, esto debido a la alta tasa de analfabetismo que había y actualmente se sigue teniendo.
Para solucionar este problema de expresión social se adaptó el arte de la pintura para que todos pudieran ver las obras de los artistas para comunicar las ideas y sentimientos de la revolución, siendo así la expresión artística más popular de aquella época. Para buscar la accesibilidad al colectivo, se procuró que estos fueran en espacios abiertos para que claro fueran vistos. De esta idea nace el muralismo.
Citando las palabras de Ignacio Márquez Rodiles en su obra El Muralismo en la Ciudad de México dice lo siguiente: “El muralismo es, por lo tanto, una pintura de tendencia social que solo se propuso embellecer los espacios abiertos de la arquitectura con figuras, colores y formas concebidas dentro de la orientación estética del arte moderno, sino informar al público que los contemple de los ideales y compromisos de la Revolución Mexicana por medio de una plástica del sentido realista y humano”(Màrquez,1975,p.5).
Mostrando su sentir nacionalista plasmando situaciones, problemas y hechos históricos que han tenido repercusión en nuestro país, estado o municipio en el cual estos se encuentren.
“En 1920 se pintó el primer mural de la Ciudad de México, diez años después de que fuera iniciada la revolución. Fue un intento todavía tímido y realizado con técnicas no experimentadas”. (Màrquez,1975,p.10) Así como también los artistas que emprendieron esta gran aventura que se hizo a un lado provocando que fuera apartada y casí olvidada de las aulas de importantes academias del país, siendo remplazados estos intereses por el arte europeo; Hasta que un grupo de pintores se aventurara a experimentar y redescubrir lo que alguna vez fue primordial que ocupaba grandes y principales espacios de salas donde lo ocupaban personas de gran alcurnia y profundo linaje como lo son Cacaxtla en Tlaxcala con sus fondos ocres o los murales mayas conservando aun aquel azul turquesa por ejemplo Bonampak.
La influencia cultural y artística extranjera fue interrumpida gracias a la revolución porque este movimiento significó en palabras de Galindo “un acto de genuina defensa frente a la penetración extranjera”( Màrquez,1975,p.13).
Retomando el valor de la soberanía artística en gran medida “Fue desde el comienzo del movimiento una bandera de independencia cultural y política”. Acción que penetró como se dijo anteriormente a ocupar espacios públicos tanto exteriores como interiores, no solo en sedes gubernamentales de los tres poderes y niveles de gobierno, sino que también en espacios públicos de todo el país como bibliotecas, escuelas, hospitales, universidades, etc. Expresando
un mensaje profundo a la sociedad en general, algunos de estos murales contando con elementos diversos de estos han llegado a ser objeto de estudio de profundo valor, cultura e identidad para el lugar donde se encuentre.
Este movimiento artístico popular mexicano fue la chispa por liberar el intelecto, sensibilidad y creatividad de estudiantes de San Carlos por buscar una nueva expresión artística luchando contra el sistema, Márquez Rodiles registra un testimonio de un estudiante que pasará a la historia como uno de los tres grandes del muralismo como Diego Rivera, José Clemente Orozco, en este caso me refiero a David Alfaro Siqueiros, que nos relata lo siguiente: “ En 1911, los alumnos de San Carlos nos lanzamos en huelga por reivindicaciones aparentemente pedagógicas” (Màrquez,1975,p.77). que reafirma y da vida a los pocos añosdel inicio del muralismo.
Aquellos hombres que forjaron los cimientos del muralismo sembraron en su paso el interés de pintores en formación, culminando dicho proceso o reafirmando su lugar dentro del muralismo, que van a ir destacando en la segunda mitad del siglo XX. Tal es el caso de Siqueiros, el más revolucionario de los representantes de la Escuela Mexicana de Pintura, con Arturo Moyers Villena que se convertiría en uno de los más fieles alumnos y seguidores de aquel artista. Esta afirmación es referenciada del artículo de Alberto Morales Damian, en su escrito publicado en la revista Xihmai que lleva por nombre De la revolución social a la transformación espiritual. La trayectoria pictórica de Arturo Moyers Villena, publicado en el año 2011. Dicho trabajo es una biografía breve del muralista, así como sus características particulares que lo definieron a lo largo de su vida.
Como lo señala Morales Damián Arturo Moyers nace en Los Mochis Sinaloa un 2 de enero de 1938, estudiante de San Carlos en 1954, en 1957 se incorpora en el Taller de Artes plásticas de la Universidad de Sinaloa. Posteriormente al concluir su etapa dirigiendo aquel taller hasta el año de 1969, lega a la Ciudad de México en 1970 donde conoce al Maestro Siqueiros. “De hecho, de acuerdo con una carta autógrafa de Siqueiros, firmada el 5 de enero de 1971, el equipo de muralistas que colaboró en la realización de La marcha de la humanidad, en el Polyforum Cultural Siqueiros de la ciudad de México, incluía a Arturo Moyers” (Morales,2011, p.6). Con lo anterior reafirma su cercanía con Siqueiros en los últimos años de su vida hasta 1974 año donde fallece. Posteriormente Moyers dara a conocer su esencia: “Así se manifiesta en las obras de la siguientes dos décadas (1974-1994) (Morales,2011, p.6).
Despues de peregrinar por la Ciudad de México, Cuernavaca del estado de Morelos, Hermosillo Sonora asi como también su Sinaloa natal llega a el una oportunidad que lo hara migrar y radicar definitivamente en Hidalgo: “En 1985 Arturo Moyers se establece en el estado de Hidalgo. El arquitecto Guillermo Rossell de la Lama quien había participado en la construcción del World Trade Center y del Polyforum Cultural Siqueiros, lo conocía de cuando participó en el equipo de Siqueiros pintando La marcha de la humanidad. Así que, convertido en gobernador del estado de Hidalgo lo invitó a pintar los muros que anteceden el ingreso al Palacio Legislativo en Pachuca. (Morales,2011, pp.7-8) Esta decisión lo lleva a realizar una serie de murales en los importantes sitios del gobierno como el salón de sesiones del Congreso del Estado.
Del mismo modo captura la esencia de la historia de Hidalgo en diferentes ciudades con variedad de personajes que posee el estado: “El edificio poniente por su parte presenta en la sección izquierda un paisaje claramente hidalguense con la esquemática representación del edificio B de Tula con sus característicos atlantes, el perfil de los edificios de la industria cementera y de la transformación en el valle de Tula y la figura de Felipe Ángeles a caballo.” ( Morales,2011, p.8).
Llegando a tierras mineras donde decide radicar de manera permanente construyendo un mural representativo para esa región, ocupando Real del Monte como sitio de honor: “En 1986 vuelve a tener un soporte de grandes dimensiones, 600 m2 en la barda del depósito de agua a la entrada de Real del Monte, Hidalgo, viniendo sobre la carretera desde Omitlán”( Morales,2011, p.9)
Antes de comenzar hablar sobre el mural en si, debe considerarse que es necesario analizar su estilo y esencia, esto quiere decir, la particularidad de como se expresaba, tratar de conocer un poco de su personalidad artística. Gracias a una pagina de seguidores que lleva por nombre “Amigos de la conservación de la obra mural de Arturo Moyers Villena”, quedando claro con esto que es alimentada y administrada por sus seres mas queridos y cercanos del muralista fallecido en el año 2013.
Para comenzar a hablar de las obras de Moyers Villena se debe volver a mencionar al hombre que lo encaminó a llevar su propio rumbo, así como la herencia cultural que en el dejó, con esto nos referimos como anteriormente se ha mencionado al gran David Alfaro Siqueiros. Recordado por sus ideas avanzadas de política para un México atrapado en pensamientos atrasados y envejecidos fruto de una dictadura. Su herramienta para luchar en contra de sus enemigos fue por medio del arte, ya que en el refleja su sociedad en la búsqueda de nuevas soluciones. Esto lo expresa en la monumentalidad de los espacios abiertos para que todos lo puedan ver. Utilizando colores fuertes para expresar la fuerza de su mensaje, dando una sensación de movimientos, así como el elemento que Moyers construye con mayor fuerza y es el sentimiento expresado en los ojos, ya que justo en esta parte del cuerpo captura su mensaje de idea y lucha
Expresando siempre sus emociones en la mirada de personajes icónicos en la historia y la cultura mexicana, plasmando hechos históricos y leyendas, tanto hombres como mujeres, concentrando diferentes pasajes en el actuar del revolucionario del mexicano, así como libertadores y caudillos, incluyendo sus pensamientos e ideales sobre soberanía y libertad para el pueblo. Pretendiendo llegar a la conciencia del que lo contempla. Teniendo una fascinación por expresar el sentir del campesino, obrero e indígena, siendo fiel a los principios de su maestro Siqueiros.