Pedro Moya de Contreras una imagen, un viaje y un destino

General Historia y Leyendas

Pedro Moya de Contreras una imagen, un viaje y un destino

 

Pedro Moya de Contreras una imagen, un viaje y un destino

 

Por Osmand Romero

Lic. En Historia.

 

 

 

 

 

 

Recordado como un inquisidor estricto en cuanto al cumplimiento de las leyes clericales se conoce. Este personaje se ha distinguido por ser una persona muy estricta en su gremio, ya que justo cuando llega se instala el tribunal de la Santa Inquisición, organismo que permitió el controlar a la población recién evangelizada para que no cayeran en tentación de alguna otra secta religiosa, cuyo propósito para los religiosos el corromper y dividir a la población de la Nueva España, que también justamente cabe mencionar que llega tanto la institución como el futuro Arzobispo motivo por el cual fue sumamente riguroso en su labor.

Destacado en sus labores en tierras europeas su majestad Felipe II decide darle un encargo el cual lo haría pasar a la historia como el tercer arzobispo de aquella tierra recién conquistada. Llega a la Ciudad de México en el año de 1571 donde comienza a realizar su labor supliendo a Fray Alonso de Montufar el cual ya estaba avanzado de edad; a partir de ese momento comienzan sus acciones implacables contra la herejía.

En los primeros años de su ejercicio arzobispal, se comenzaban a fundar distintas ciudades y poblados alrededor de la Ciudad de México y lugares más alejados, sin tener idea sobre la situación que ocurría en el naciente virreinato.  dice así Francisco de Icaza Dufour en su estudio sobre el tercer Arzobispo de México comenta lo siguiente (2003) “mención merece la visita  de la diocesis emprendida por Moya en 1578, pues  para efectuarla recorrió mas de ochocientas leguas (4.8280km * 800=3862.4 km aprox) con el objeto de conocer la situación real de la iglesia y poder así poner remedio a sus males”(p.57) pero ¿ a qué males se refería Moya? con la biografía hecha por Julio Jiménez Rueda nos da la siguiente explicación (1944) señala una serie de situaciones que fueron prohibidas en España “se da a conocer la censura de las biblias y nuevos testamentos, impresos en Valladolid por Francisco Fernández de Córdoba en 1554, y el catálogo de los libros prohibidos, impreso en Valladolid en casa de Sebastián Martínez en 1559” (p.51) pretendiendo acabar con toda muestra de herejía y rebeldía que se estuviera llevando a cabo en cada uno de los distintos poblados tanto grandes como pequeños en el virreinato. Por lo tanto, esto indica que fue una marcha que no permitiría tregua, para ser mas preciso es el acabar con los males que aquejaban, aquejan y aquejaran a los pobladores por la intromisión de algún otro tipo de secta de acuerdo con la visión de Moya de Contreras.

Una de las visitas que realizó fue a el naciente poblado minero de Real del Monte, de la cual se tiene el registro documentado por parte de los annales de Teodomiro Manzano (2010) “1578. El arzobispo de México D. Pedro Moya de Contreras llega al Mineral del Monte y bendice la iglesia de ese lugar” (p.19).  para ser mas preciso el 7 de octubre se llevó a cabo ese acto; Por lo que, a diferencia de lo anteriormente mencionado, en esa parroquia no fue el caso, no fue con motivo de búsqueda de perturbadores, fue completamente distinto.

Cabe señalar que en cuanto se bendijo la parroquia de este pueblo minero, comienzan las actividades religiosas por parte de los habitantes de aquel entonces, creando su primera Cofradía, la cual llevo por nombre Nuestra Señora del Rosario, la cual captó una gran atención en el arzobispo Pedro Moya de Contreras para venir hasta tierras mineras y bendecir dicha iglesia con su propia voz y mano.

Pero cabe hacer el siguiente cuestionamiento ¿Por qué le dio tanto interés al arzobispo la naciente Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Real del Monte? Julio Jiménez Rueda nuevamente da unas posibles explicaciones a este suceso (1944) “ ha llegado la malicia de los herejes de estos tiempos que no tan solamente en libros, ponen cosas, títulos de mal sentimiento” (p.52)  al bendecir una nueva parroquia, se necesitaba alejar a los hombres que para el depravarían a dicha población, que también por su importante actividad minera esta podría ser administrada por manos equivocadas, realizando actos que no sean del conocimiento y consentimiento de autoridades que tuvieran un papel en el desarrollo en dicha actividad económica, por lo que era necesario ejercer un control, la autoridad moral en este caso el sacerdote de la iglesia de real del monte de nombre Francisco Ruiz, fue el encargado de llevar a cabo vital tarea por órdenes del Doctor Moya.

Se ordena que las personas que tuvieren algunas imágenes de Nuestra Señora del Rosario, estampadas o cortadas, impresas en Paris o en México o en cualquier otra parte que tengan alguna letra o copia la traigan ante nos dentro de treinta días… poniendo a las espaldas el nombre de cuyas fuere tal imagen. (Jiménez, 1944, p. 53)

Claramente se ve que la diocesis que manejaba Pedro Moya de Contreras tenía cierta predilección con todo lo que implicaba a esta imagen, relacionando a dicha cofradía dentro de los intereses del arzobispo. No se tienen datos sobre alguna imagen relacionada con la cofradía que estuviera en su posesión, es muy probable que sí, ya que los Cofrades estaban obligados a resguardar la imagen o bandera de la cofradía, por lo tanto, hace más probable que si existió la imagen en un principio. Antes de 1578 no se tiene dato alguno que existiera otra cofradía, por lo que el pueblo de Real del Monte  aceptó esta imagen como la primera de varias cofradías que existieron posteriormente, sin embargo, en la historia local ha sido la más trascendental a ya casi 450 años de su fundación de la parroquia, tanto es así que cada tercer fin de semana de enero se le rinde adoración, culto y gloria a la imagen ahora hecha escultura, la cual forma parte de las tradiciones más añejas en las crónicas oficiales de la población.

Como se mencionó anteriormente la escultura que guarda la parroquia de Real del Monte no tiene una fecha precisa de su llegada, lo que ha perdurado es la advocación a Nuestra Señora del Rosario, nombre por el cual se le conoce actualmente a la iglesia, que en su historia de la cofradía ha tenido una serie de refundaciones, teniendo en total dos, la cual la última fue en el año de 1789, posiblemente sea el año en que la escultura comenzó a ser la imagen oficial de la cofradía.

La cofradía de Nuestra Señora del Rosario ha sido para Real del Monte un símbolo de identidad, tradición y simbología religiosa, que, a pesar de los cambios de idea sobre la diversidad religiosa en los últimos años, ha seguido latente desde sus orígenes más profundos, guardando en sus recuerdos la idea de una imagen plasmada por un destino que le dio identidad a un pueblo.

Bibliografía

De Icaza, F. (2003). Pedro Moya de Contreras. México: Planeta de Agostini

Jiménez, J. (1944). Don Pedro Moya de Contreras. Primer Inquisidor de México. México: Xochitl

Manzano, T. (2008). Anales del Estado de Hidalgo. México: Gobierno del Estado de Hidalgo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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