Columna: Rostros Desconocidos.

General Opinión

Columna: Rostros Desconocidos.

 

Abel Mendoza figura importante en el Municipio de Jacala de Ledezma

Por: Profr. Jose Chavez Rubio.

        Carlos Hernández Reyes

 Investigador del Centro INAH Hidalgo

 

 

 

» Abel Mendoza es el único dibujante de Arqueología que sabe lo que dibuja»  Alfonso Caso.

 

Originario de Jacala, Hidalgo. Abel Mendoza Hernández ha sido uno de los mejores dibujantes que han trabajado en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Aunque generalmente sus trabajos no aparecen firmados sabemos que ilustró libros de la arqueóloga francesa Laurette Séjourné como El Universo de Quetzalcóatl donde la investigadora recrea el mundo mitológico y espiritual de este importante personaje tolteca; también Un Palacio en la ciudad de los Dioses Teotihuacán, donde en la primera edición que se publicó en 1962 aparecen sus dibujos, pero en la edición de 2002 debido a que las figuras originales en color no se localizaron y el libro en que se basó esta nueva edición estaban en malas condiciones las figuras fueron redibujadas por Luis Ángel Sánchez. Otro libro que ilustró es El Tesoro de Monte Albán del arqueólogo Alfonso Caso donde se relata el impresionante descubrimiento de la ofrenda de pectorales de oro, plata y otros objetos preciosos de la tumba 7 mixteca. También ilustró libros de Daniel F. Rubín de la Borbolla, César A. Sáenz y de muchos otros investigadores.

No sabemos nada de sus antecedentes familiares, solo que inició sus primeros estudios en un hospicio, luego acudió a la escuela Rafael Dondé para aprender el oficio de linotipista y posteriormente cursó dibujo y pintura en la Escuela de artes plásticas de San Carlos.

En 1936, como parte de su servicio social de la carrera de dibujo, trabajó en el Patrimonio Indígena del Valle del Mezquital en Ixmiquilpan, Hidalgo con Miguel Othón de Mendizábal, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. En 1937 ingresó como dibujante a la SEP y elaboró carteles, grabados para publicaciones e ilustraciones para exposiciones museográficas y arqueológicas. En 1940 culminó un trabajo que había iniciado en 1934 para ilustrar la política del Presidente Lázaro Cárdenas con la exposición que cierra el periodo cardenista llamada » Seis Años de Gobierno al servicio de México».

Abel siempre tuvo una vocación indigenista y clara militancia política y social. En 1942 trabajó con el arqueólogo Jorge R. Acosta dibujando los famosos atlantes de Tula y su indumentaria y de esa manera dio, principio su carrera como dibujante de arqueología. Formó parte del equipo de trabajo del INAH del desaparecido Instituto Nacional Indigenista (INI) y de la UNAM. A pesar de que su obra gráfica es numerosa, es difícil cuantificarla por que sus dibujos y acuarelas no aparecen firmados, ya que se consideraba que eran las instituciones o los investigadores para quienes trabajaba quienes deberían darle su crédito, cosa que como dice su biógrafo Francisco González Rul, en quien nos hemos basado para escribir este texto, «no siempre hacían». Algunas de sus acuarelas se encuentran en el Museo Nacional de la Acuarela.

Como su experiencia de trabajo con diferentes investigadores le aportó sólidos conocimientos de las culturas prehispánicas escribió en coautoría con Alfonso Soto Soria, el texto «Caza y Pesca» que se publicó en el tomo II de la magna obra Esplendor del México Antiguo que coordinó la arqueóloga Carmen Cook de Leonar. En ese artículo, por cierto, ilustra 3 puntas de flecha de obsidiana encontradas en las exploraciones en Tepeji del Río, Hidalgo ya que Alfonso Soto Soria había participado en las exploraciones de la pirámide del Tesoro en Tepeji.

Cuando trabajé en el Departamento de Monumentos Prehispánicos del INAH tuve oportunidad de conocerlo, era de trato sencillo y amable, y hasta lo visité en su casa, ahí me mostró un gran número de dibujos y me platicó de los proyectos que tenía. Tuve que alejarme temporalmente de Monumentos Prehispánicos. Para venir invitado a trabajar en la HUasteca Hidalguense en el Centro Coordinador Indigenista de Huejutla. No volví a verlo, pero supe que Abelito, como cariñosamente se le conocía, siguió trabajando en el INAH hasta su muerte ocurrida el día 23 de junio de 1973.  Laurette Séjourné le dedicó el libro Arqueología e Historia del Valle de México de Xochimilco a Amecameca con el texto siguiente:  » A la memoria de Abel Mendoza insustituible colaborador y amigo». En ese libro sus acuarelas si vienen firmadas.

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