¡LA LEYENDA DE LA BRUJA DE ZIMAPÁN!
Por: Juan Luca
Corría el año de 1910, en plena época de la Revolución en Zimapán había contingentes rebeldes que tenían como bandera a la Virgen de Guadalupe y a Jesucristo. Montados en sus briosos caballos patrullaban todo el pueblo, calle por calle, buscando algún indicio de cualquier enemigo. Y resulta que una noche a lo lejos vieron lo que parecería un gran pájaro, este se movía a gran velocidad, esquivando con gran maestría los árboles y casonas, los jinetes bajaron de sus caballos, y se apostaron en posición de tirador. Al acercarse más aquel ente volador escucharon una gran carcajada, que retumbaba en todo Zimapán, (jajajajajaaaaa) los perros aullaban, los pobladores aseguraban puertas y ventanas. La silueta de una mujer anciana apareció, montando una gran escoba, se dirigió al grupo de pistoleros, como ave en picada, y casi al llegar a ellos, hizo malabares en su vuelo y torció al lugar donde habían dejado sus caballos, la bruja espanto a los caballos los cuales que partieron por diferentes rumbos, es entonces que la bruja regreso y encaro a los jinetes, los que ya sin sus monturas solo aciertan a huir despavoridos. Al día siguiente los de a caballo se reunieron, apenas se habían repuesto del susto de la noche anterior, buscaban planear de qué manera cazar a la bruja, la que seguía noche a noche asustando a toda la población. El plan estaba terminado, se apostarían frente al atrio de la iglesia de San Juan Bautista, si, le tenderían una emboscada. Así esperaron pacientemente a que llegara la noche, se juntaron en el lugar acordado, hicieron una gran fogata, echaron trozos de ocote para que produjera mucho humo. De pronto apareció aquella aberración carcajeándose y sobrevolando sobre toda la tropa, el grupo se aposto dando la espalda a la iglesia, azuzaron a la bruja, lanzándole una serie de improperios, para hacerla enojar, la bruja fuera de sí empezó a volar arriba de ellos, sacaron sus fusiles y pistolas cargadas con balas de plata, la fogata a todo lo que daba quemando incienso y ocote lo que producía una gran nube negra de humo, los insurrectos salieron corriendo hacia el atrio de la iglesia, retando a la bruja, caminaron rápido, la bruja enojada, los siguió volando a gran velocidad, chocando fuertemente en la parte frontal derecha de la iglesia, en lo más alto, casi en la esquina, al ver esto los revolucionarios se alegraron, corrieron debajo del lugar donde se había producido el choque, esperando ver caer el cuerpo de la horrible bruja. Sin embargo este nunca cayo el cuerpo había desaparecido. Hoy día solo se apreciaba la silueta de la malvada hechicera, en la parte alta de la parroquia. La silueta sigue ahí, sin que pueda borrarse, todos los párrocos han querido taparla, se ha usado pintura, cal, incluso esa parte de la pared se ha lavado y tallado sin que la imagen de la maldita bruja desaparezca…
Juan Luca. Con-Tacto Zimapan
