Columna Invitada
Por: Armando Martinez.
El tiempo es lo más valioso decía mi difunto abuelo, no lo puedes detener, y no puedes comprar un minuto más de vida cuando llegue la hora de partir. Aprovechar el tiempo es lo que he aprendido durante el trayecto de mi vida. Provengo de una comunidad llamada Tlacuilola, en el estado de San Luis Potosí, actualmente estudio Turismo Internacional en Toronto Canadá y trabajo para una agencia internacional de estudios llamada Aet Go Canadá, mi posición dentro de la empresa es director de ventas y marketing. También administro una página web de una compañía de construcción llamada Amigos Roofing INC.
Mi vida universitaria es la que compartiré contigo. Ingresé a la universidad Tecnológica de Tula Tepeji – Campus Chapulhuacán en la 3ra semana de agosto del año 2014.
Seré sincero, no sabía que estudiar en la universidad, ingresé porque quería sentir orgullosos a mis padres y darles una mejor vida más adelante, y sabía que yo tenía potencial para sobresalir en cualquier área laboral, pero tenía bien definido mis metas.
Me inscribí en la carrera de contabilidad, sólo estuve una semana estudiando ahí, a pesar que los números nunca fueron un problema para mí, nunca me gustó la matemática y mucho menos el programa que tenía la carrera. Recuerdo muy bien que un día lunes del primera semana de septiembre, alguien tocó la puerta del salón, mencionó mi nombre y de algunos más, y solicitó permiso al profesor de la clase para llevarnos a otro salón y hablar de un tema, al llegar al salón habían 8 alumnos y una profesora, con una mirada de esperanza nos dijeron que nos uniéramos al grupo de turismo, ya que nosotros habíamos contemplado la carrera como primera opción y después cambiamos de parecer, la razón de la invitación era porque si no había un mínimo de 15 alumnos en el salón, no se abriría la carrera. Solicité el temario de la carrera y me interesó demasiado, acepté unirme y otros chicos también, a mis padres nos les pareció buena elección, ya que mencionaron que no hay oferta de trabajo de turismo cerca de dónde vivo, y respondí que esa es la razón por la cual me uní a la carrera, porque quiero trabajar lejos, en otro país, realizando lo que más me gusta, al final consintieron, que si eso era lo que quería, adelante.
Resumiré que a esa edad yo no conocía ninguna zona arqueológica, mucho menos el mar, yo sabía que con la carrera iba a viajar y eso pasó, y me fui enamorando de mi carrera, no me maté estudiando no prometí un 10 a mis padres, prometí lo mejor y una calificación no define lo mejor que puedes ser en el área laboral, aunque eso significa que debes tener notas muy malas, las personas allá afuera no te preguntan de que universidad te graduaste, mucho menos las definiciones que aprendiste de memoria para pasar el examen, el servicio es la clave y dominar un idioma más te hace valer por dos. Pude comprender que la carrera no acaba en una oficina, mucho menos conduciendo grupos en un tour.
La parte más importante de la universidad, fue cuándo realicé mis prácticas profesionales, los hice en el parque número uno del Mundo en cuánto a belleza y calidad en los servicios. Experiencias Xcaret. Playa del Carmen Quintana Roo.
Me desenvolví en todas las áreas de actividades recreativas, y fui el mejor evaluado de mi carrera, el contacto con las personas de diferentes países, hablando el inglés, otorgando servicios y vivir nuevas experiencias me motivaron a ampliar mis sueños…mis metas.
Recuerdo que en los viajes escolares yo diseñaba videos con mi celular y fui criticado por más de uno al decirme que no soy profesional haciéndolo y que no es lo mío. Hoy por hoy también diseño video profesionales para la agencia Aet Go Canadá, y para la compañía constructora, me divierto con lo que hago, realizo labor de venta y publicidad en oficina, pero también puedo hacerlo desde mi hogar o bien tomando café en algún comercio.
Logré lo que quería, hoy me encuentro en Canadá, pero ya me vi recorriendo el mundo muy pronto. Pero sin la ayuda del eterno, mi familia, y los profesores de mi universidad que me dieron la preparación para enfrentar al mundo yo no estaría en donde ahora estoy.
Hoy por hoy tengo nuevos amigos, estudio con 16 personas de 14 países diferentes, al ver la trayectoria de ellos me siento muy pequeño, muchos han viajado por más de 20 países, algunos hablan más de 4 idiomas, pero sigo aprendiendo nuevas cosas, y yo sé que nunca terminaré de aprender, lo poco o mucho que sé, lo aplico en mi vida cotidiana, nunca es tarde para alcanzar el éxito, pero el tiempo tiene un límite.
Aprovecha tu tiempo, mientras otros van de fiesta, aprende un nuevo idioma, un nuevo oficio, una nueva manera de ver la vida, lo poco o mucho que sepas ponlo en práctica.
El hoy es un regalo por eso se llama presente. Sé agradecido y humilde en todo momento.
“Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos”
De corazón: Armando Martínez.